ansiedad, estrés, niños

Bullying: claves para detectar el acoso escolar y medidas que podemos tomar

Hoy, día mundial contra el acoso escolar, me gustaría hablaros un poco sobre este tema, con qué frecuencia ocurre, cómo detectarlo, cómo prevenirlo y qué hacer si está ocurriendo.

Para empezar, es necesario, como siempre, definir qué es el acoso escolar. Se trata de cualquier forma de maltrato psicológico, físico o verbal producido de forma mantenida y reiterada en el tiempo y se da tanto en el centro educativo como en las redes sociales, tomando la forma de “ciberacoso”.

En una noticia publicada ayer, se pone de manifiesto que en España, el Ministerio de Educación detecta 5.557 posibles casos al año. Esos son los que detecta, así que seguramente, como suele ocurrir con otros tipos de violencia o acoso, solo sea la punta del iceberg y queden muchos más casos sin salir a la luz.

Como podemos ver, se trata de un problema que afecta a gran parte de los estudiantes y del que les resulta muy difícil desconectar aun estando en casa, ya que al existir las redes sociales y la inmediatez en la comunicación, el problema no se queda en las aulas, sino que lo siguen sufriendo en sus hogares a través de sus dispositivos electrónicos, por lo que se hace necesario detectarlo cuanto antes, pero ¿cómo?

En primer lugar, es necesario estar atentos a los cambios de humor: si de repente vemos a nuestro/a hijo/a más retraído, menos comunicativo, más irascible, apagado, triste o ansioso pueden ser signos de acoso escolar.

Otras señales a la que debemos prestar atención son la negativa a acudir al centro escolar o el bajo rendimiento escolar. En cuanto a la negativa a ir a clase, normalmente no se trata de una oposición frontal o, al menos, no en todos los casos: puede ir camuflada bajo dolores de cabeza, de tripa o algún otro tipo de dolencia motivadas por el miedo o ansiedad que produce en los/as niños/as acudir a clase en esas condiciones. Por su parte, el rendimiento escolar baja porque disminuye la capacidad de concentración y las ganas de permanecer en el centro por estar expuestos a un acoso prolongado y continuo.

Si además detectamos conductas como encerrarse en su habitación o comer poco cuando anteriormente esto no ocurría, podrían ser señales de estar ocurriendo algún problema en el centro escolar.

Para prevenir este problema puede ayudar a tener de base una buena comunicación familiar, en la que exista la confianza para que los menores puedan encontrar un lugar donde desahogarse y podamos actuar de manera precoz. Además, es necesaria una buena comunicación entre la familia y el centro educativo, ya que de esta manera será más fácil actuar en caso de ser necesario. Finalmente, desde las familias es vital educar en valores como la amistad, la solidaridad, la empatía, la libertad de expresión y de elección, la tolerancia y el respeto a las diferencias de los demás.

Por último, si crees que algún menor puede estar sufriendo acoso escolar, lo primero que se debe hacer es comunicarlo al centro educativo y, si este no actuase, en el mismo centro se puede solicitar abrir un protocolo de acoso escolar. Si se detecta alguna de las señales mencionadas más arriba también es de gran ayuda acudir a un/a psicólogo/a para ayudar al menor a resolver y superar el acoso al que ha sido sometido, dándole nuevas herramientas para hacer frente a la situación y prevenir acosos futuros.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s