¡Buenos días!
En el post de hoy me gustaría hablar de multitasking o multitarea. En la sociedad conectada en la que vivimos a día de hoy, en la que se requiere la inmediatez y estar continuamente conectados parece que una cualidad positiva para realizar el trabajo y llevar a cabo todas nuestras responsabilidades personales es imprescindible.

Esta conexión permanente con los demás y la simultaneidad de tareas hacen que, en muchas ocasiones, nos sintamos desbordados, que no damos abasto, que las tareas se nos quedan a medias y que cada vez se nos abren más puerta que nos resulta imposible cerrar. ¿Te suena? Si es el caso, sigue leyendo.
En la mayoría de puestos de trabajo para los que postulamos se nos pide, a día de hoy, que seamos capaces de llevar a cabo determinadas tareas de manera simultánea y, además, esto hay que compaginarlo con la vida personal y familiar.
Esa simultaneidad de tareas hace que realmente no podamos concentrarnos adecuadamente en una de ellas porque se parte de la base de que la atención es un recurso que podemos dividir para atender a varias tareas a la vez (por ejemplo, contestar el teléfono, atender a alguien en persona y contestar un correo en el mismo momento). Asumir que la atención funciona de esta manera es un error ya que lo normal es que solo podamos atender a un evento cada vez. La atención es monotarea. Imagino que ahora estarás pensando que tú eres capaz de realizar dos actividades a la vez, por ejemplo, hablar por teléfono a la vez que conduces (espero que sea con el “manos libres”). Y tienes razón. El motivo por el que esto se produce es porque tienes una de las tareas automatizada, en este caso, la conducción. Pero ¿qué ocurre cuándo ninguna de las tareas se puede automatizar? En el caso de necesitar contestar un correo a la vez que hablas por teléfono, por ejemplo, la situación se complica porque no son tareas automatizables, es decir, no podemos realizarlas sin prestar atención, en este caso, porque tenemos que elaborar la información que queremos transmitir a nuestro interlocutor. Y, en el caso de contestar en “automático”, podemos cometer errores.
Por eso, cuando nos encontramos con dos tareas de este tipo, sentimos que no nos cunde el tiempo porque, en este caso, en vez de realizar una tarea automáticamente lo que hacemos es focalizar por pequeños periodos la atención en cada una de ellas. Esto conlleva que no podemos elaborar adecuadamente la información que necesitamos transmitir ni realizar la actividad con eficiencia porque el tiempo necesario para estructurar la actividad a nivel mental no es el necesario y, además, la atención tiene una curva de crecimiento en relación con el desempeño: funcionamos mejor cuando llevamos un tiempo concentrados en la tarea.
En conclusión, si tienes que realizar varias tareas, lo ideal sería organizarlas por tiempos: un tiempo para las llamadas, otro para los correos, etc. Además, lo ideal es terminar una de las tareas antes de continuar con la siguiente. A veces no podemos trabajar por tiempo porque la demanda de nuestra actividad profesional no lo permite. Si este es el caso lo puedes adaptar: atiende la llamada después de haber escrito el correo, no hagas las dos cosas a la vez. Ahorrarás tiempo y esfuerzo al poder concentrarte de una manera adecuada. Y de paso, tus niveles de estrés y ansiedad se verán reducidos al ser más eficiente y poder resolver las demandas de una manera más adecuada.
P.D.: ¡deja el móvil cuando estés trabajando! Tampoco podemos simultanearlo con otras tareas 😉
1 comentario en “Multitasking: ¿de verdad funciona?”